11 febrero 2014

El show privado de João Gilberto | Gilda Mattoso


La semana pasada empecé a leer un libro titulado "Gilda Mattoso, Assessora de Encrenca".
La publicación corresponde a la Editora Edioduro Publicações, S.A. de Rio de Janeiro y la fecha de su impresión es Octubre de 2006.

Gilda Matosso, además de ser una de las últimas mujeres que estuvieron oficialmente casadas con el poeta Vinícius de Moraes, desarrolló su carrera y actividad profesional como asesora de prensa en la discográfica Polygram, por lo que estuvo en contacto permanente con el mundo musical de Brasil a lo lardo de décadas.
A lo largo todos estos años, Gilda acompañó nacional e internacionalmente a prácticamente la totalidad del Elenco musical do Brasil.

El libro, está dividido en capítulos temáticos, donde la escritora narra diferentes historias, siempre contadas en primera persona. Dichos capítulos se definen a sí mismos con los nombres de "Vinícius", "Tom", "Caetano", "Outros famosos" y "Álbum de familia". 

Éstas vivencias personales, además de curiosas, interesantes y desconocidas, tienen interés relevante por el carácter y la importancia de las personalidades aquí retratadas.

Roberto Carlos, Elis Regina, Chico Buarque, Caetano Veloso, Gal Costa, Djavan, Dorival Caymmi, Mª Bethânia, Cazuza, Erasmo Carlos, Pedro Almodóvar, Gilberto Gil, Ney Matogrosso, Alcione, Elizeth Cardoso, Milton Nascimento, Rita Lee, Jorge Ben Jor, Elba Ramalho, Wagner Tiso, Zélia Duncan, João Gilberto, son algunos de los artistas que forman parte de esta colección de historias bien contadas.

Gilda Mattoso  |  Assessora de Encrenca (2006)

Y es de este último, João Gilberto, del que vamos a transcribir literariamente al español, un texto de la página 45, titulado "João Gilberto e um show privê".

Es enorme el folclore acerca de João Gilberto.
Todo el mundo tiene una anécdota, un suceso puntual y/o una historia para contar de él. Conmigo no es diferente. Durante mucho tiempo (desconozco si hasta el día de hoy), João raramente salía de casa de día, pero al contrario de lo que piensa la gente, hacía largos paseos conduciendo su coche, por los más diversos lugares de Rio.

Durante un tiempo, después de la muerte de Vinícius de Moraes, João tenía la costumbre de llamarme por teléfono, y durante varias horas, hablábamos de nuestro querido Vinícius.
Un día, João me invitó a acompañarle en uno de aquellos paseos.
Le comenté que era mejor dejarlo para otro día, porque tenía que madrugar al día siguiente para ir a trabajar. Fue tanta su insistencia, que al final acepté.

Me recogió en el barrio de Gávea, donde yo vivía por entonces. Continuamos por la carretera de la costa, passamos por São Conrado, Barra da Tijuca, Prainha, Grumari.
Llegamos a la sierra de Grota Funda, y estacionamos el coche al lado de un kiosko prácticamente desierto.

De dentro del modesto establecimiento, salió un señor que nos recibió muy gentilmente al que le pedimos dos águas de coco.
Al servirnos, empezó una conversación trivial con nosotros. Por el transcurso tan natural e informal del diálogo, percibí claramente que aunque tenía cierta amistad con João, no tenía ni la menor idea de quién era João Gilberto...!


Estudio fotográfico para la contraportada del LP "Chega de Saudade" (1959



Para mi sorpresa, el señor le preguntó directamente: "Don João, y el violão, lo ha traído"...?
João se levanto dirigiéndose al coche para abrir el maletero y coger el violão. Lo sacó cuidadosamente del viejo estuche, y después de una breve afinación, empezó a tocar para aquel "fan" único y privilegiado, que como supe después, ya tuvo la inmensa suerte de asistir a vários conciertos privados de João Gilberto...!
Mientras João tocaba y cantaba, pensé en los millones de admiradores y músicos repartidos por el mundo, que darían lo que fuese por escuchar un concierto exclusivo como el que tenía lugar en aquel preciso momento.
En el intervalo de uma canción, el señor del kiosco se aproximo a mí, comentándome en voz baja: "Don João, toca maravillosamente, que pena que tenga esa voz tan débil, así no se puede llegar a ningún sitio"...!
Girándose para João, y dándole unas leves palmaditas en el hombro le dijo: "Don João, canta, pero canta más alto"...!